Quintana 2-3 Orellana Costa Dulce.
Tres puntos y fuera de casa, puede parecer una buena manera de empezar el año, pero dadas las circunstancias que rodeaban el partido, con un equipo mermado por las bajas y muy corto de efectivos, con muy poca asistencia a los entrenamientos durante el parón navideño, se puede dar por un resultado extraordinario, aunque fuera ante el colista.
El once de inicio fue el siguiente:
Forraje; Alberto, Fran, Alex y Samu; Manu, Gonzalo, David y Dani; Iván y Antonio.
También jugó: Javier.
Buen comienzo de los nuestros, que se encontraron con un rival agazapado atrás, sin querer la pelota y en busca de alguna contra, esto nos dio confianza y tocábamos atrás sin complicarnos hasta buscar algún desmarque. Pasado el minuto diez, se pondría muy bien el partido, al acertar Alejandro con un gran lanzamiento de falta desde más de 30 metros, que se coló pegado al larguero sin que nada pudiera hacer el cancerbero local, el 0-1 que relajó demasiado a los nuestros. El Quintana se estiró y sin hacer nada del otro mundo dio la vuelta al marcador antes del descanso, un despropósito total el nuestro a la hora de defender balones que quedaba sueltos en nuestra área y que los delanteros locales aprovecharon para ponerse 2-1. Tuvimos ocasiones a pies de Antonio e Iván, que no supieron acabar bien.
En la segunda parte despertamos, aparecieron David y Manu en el medio del campo, que junto con Gonzalo e Iván, eran los que más ganas le ponían del medio del campo en adelante. En defensa, mucho mejor plantados con un mejor trabajo tras el descanso, con la incursión de Dani en la zaga, Manolo muy seguro también bajo palos.
Tuvimos muchas y claras oportunidades, una de Iván a pase de Gozalo, otra de Manu de vaselina que sacaron bajo palos, una de David al larguero y alguna que otra más.
Poco después, entró los últimos 8 minutos Javier Labra, que tras unos meses lesionado, tuvo que jugar la recta final del partido, sustituyendo a Samu, que se vació he hizo un buen trabajo. El cambio fue fundamental, el 11 orellanense era un incordio para la defensa rojilla y combinaba con Gonzalo, Manu, David, Iván... pero hasta 6 minutos para el final, no empataríamos, apareció una vez más Gonzalo, para tras una gran jugada individual, fusilar desde la frontal con un potente tiro que rompió las mallas de la portería quintaneja, transformando el 2-2. Y poco después, con los nuestros volcados sobre la meta contraria, Manu aprovechó una internada por la izquierda, para poner el balón por encima del portero y que Javier fusilara en línea de gol, marcando el definitivo 2-3 en el último minuto del partido.
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